Autores traductores en la España del siglo XIX
Francisco Lafarga & Luis Pegenaute (eds.)
Kassel, Edition Reichenberger, 2016, 592 pp.
ISBN 9783944244464
A lo largo de los siglos han sido no pocas las personas de letras las que se han ocupado de importar obras literarias extranjeras. Parece obvio preguntarse qué es lo que realmente impulsa a tantos autores a convertirse en traductores (o ver si se trata más de bien de traductores convertidos más tarde en autores), estudiar los motivos por los que eligen a un determinado autor, analizar el resultado de su ejercicio y ver hasta qué punto éste determina su escritura posterior (o, por el contrario, ver si es su poética personal la que influye de forma decisiva en el modo de traducir, “domesticando” al escritor extranjero y haciéndolo propio). El estudio de la doble faceta de autor/traductor, o sea, el escritor que traduce y el traductor que escribe, contribuye a una mejor conceptualización de la relación entre ambas actividades y una conciliación del estatus que por lo general han recibido, aminorando la distancia cualitativa que se suele asociar con ellas. En realidad, se trata de aproximarse a la escritura como una forma de traducción y a la traducción como una forma de escritura. Si bien la primera no puede ser nunca totalmente original, la segunda nunca puede ser exclusivamente subsidiaria. De igual modo, cabe estudiar la relación entre la práctica traductora y la reflexión sobre la traducción, pues a lo largo de la historia de la traducción una parte considerable de dicha reflexión está vinculada con la propia experiencia de los traductores, lo que ha dado lugar a un corpus traductológico disperso, asistemático, claramente motivado. Obviamente, estas consideraciones retrospectivas, que sirven a los traductores para reflexionar sobre las dificultades que han tenido que sortear, sobre las causas de sus tomas de decisiones, sobre sus logros y limitaciones, tienen también una proyección programática, pues en definitiva lo que formulan es una poética de la traducción que esperan ver compartida.
La riqueza y variedad del volumen Autores traductores en la España del siglo XIX, dentro de la unidad que representa el enfoque metodológico adoptado inicialmente, dificulta la reagrupación de la totalidad de los estudios atendiendo a criterios genéricos o temáticos, por lo cual se ha optado por una ordenación cronológica, teniendo en cuenta la fecha de nacimiento de los autores/traductores. Tal disposición permite apreciar la posición de cada traductor en un devenir histórico y en el propio proceso de la traducción, y llevar a cabo agrupamientos temporales, aun a sabiendas de las enormes diferencias que pueden albergar entre ellos escritores nacidos en un lapso de tiempo breve o incluso en el mismo año. Cada capítulo, además del estudio sobre el autor/traductor, ofrece una relación completa de sus traducciones y una bibliografía crítica. En todos los casos se ha procurado identificar el original del texto traducido, aunque algunas veces ha sido del todo imposible, sobre todo cuando se trata de obras breves incluidas en poemarios o volúmenes misceláneos.